sábado, 15 de agosto de 2009

Quién dijo miedo!

No sé si alguno se ha parado a mirar detenidamente las pictografías del reverso de un bote de champú para mascotas. En mi bote de champú para gatos hay cuatro: en el primero se ve un lindo gatito parado sobre sus cuatro patitas, con un perfil perfecto y la inmovilidad que da el ser una figura bidimensional, todo ello mientras el chorro de agua lo empapa bien. Seguidamente y aún inmóvil, se aprecia una mano humana (sí, sólo una) que le extiende el champú. Después con el icono del reloj indicando de 3 a 5 minutos, el gatito se sienta a esperar que el champú haga su efecto, esta vez sentadido ... obviamente termina con otro buen chorro de agua para aclarar el champú ... ¿Alguien sabe si esto es denunciable como propaganda engañosa o similar? ¿Alguien ha visto alguna vez a gato alguno que apenas se retuerza mientras lo ponemos pipando?





Como veis, ayer me atreví con los dos ... una porque tocaba y otra por que con estas calores (ingenua de mí), pensé que me lo agradecerían. En fin después de perseguir a los gatos chorreando agua por el ridículo espacio de mi cuarto de baño, conseguí ponerles el champú y, no sin sufrirlo en mis carnes, proceder al aclarado ... igualito que en la pictografía, vamos. Un día me aventuraré y haré yo mi propio propia interpretación icónica de lo que es bañar un gato (gracias a dios que antes les había cortado las uñas!).




domingo, 9 de agosto de 2009

Margarita ... una final feliz

Aún sigo pensando que definir esto como un final feliz es, entre otras cosas, ñoño ... pero viva la ñoñez, porque lo cierto es que no sabría como definir este pequeño triunfo si no es en términos de júbilo y satisfacción. Aspiro a que no se trate de un final, sino de un punto y aparte, el comienzo de una nueva realidad para una gata mimosa que se ha llevado 8 años entre grasa de combustible y tejados de uralita.
La historia de Margarita la conté en un post anterior Margherita, un sol en blanco y negro, de esto hace ya un año, llevaba viendo a Margarita todo el invierno a la puerta del gimnasio y podría decir que fue amor a primera vista... he tardado un año, un año muy sufrido en cuando avatares felinos, pero ha merecido la pena, porque ya no volverá a pasar otro invierno a la interperie.


Después de todo este tiempo he podido conocer la historia completa de esta gatita: Llegó a un taller de reparaciones de automóviles escondida en el motor de uno, viajó algo más de 20 kms. escondida cuando era cachorrita. Tubo la suerte de que en el taller no la echaron a patadas, simplemente la dejaron estar. Ése ha sido su hogar durante 8 años, tuvo algunas camadas y finalmente fue esterilizada gracias a una protectora y a la campaña de estirilización de gatos del ayuntamiento.... Sin embargo, el taller cerrará definitivamente este invierno, debido a que van a demoler la zona, así que Margarita se quedaba sin hogar y con muy pocas posibilidades de sobrevivir entre escombros y gruas.
Somos muchos los que nos hemos interesado por ella, y muchos los que han colaborado para cambiarle el futuro a esta gata. Gracias a todos los que han difundido, a los que la han alimentado y cuidado, a los que se han conmovido por su historia y sobre todo a su adoptante. Por que ni nada lo remedia (mare mía, que así sea) este Martes viajará a su nuevo hogar ... de momento os dejo fotos en su hogar de acogida:

Llevo una semana con ella y todavía se reserva algunas sorpresas; no le gusta quedarse sola y te sigue allá dónde vayas, es muy ordenada y limpia con el arenero, está aprendiendo a jugar y le encanta, puede maullar y ronronear a pleno pulmón a la vez que te mira inquisitiva ¿dónde están mis mimos?, adora darse paseitos por el patio y tumbarse al sol de la tarde ... Va a ser duro dejarte ir, sobre todo sabiendo que te espera un largo viaje.
Reitero: Gracias Rosa por adoptarla, gracias Nöe por interesarte por ella y querer ser también su nueva amita, gracias Carmen por dejarme el piso, gracias Juan por permitirme estos desvaríos, gracias Raquel por ocuparte de ella todos estos años, gracias a todos los que habeis seguido su historia. Gracias porque este invierno Margarita dormirá junto a una cálida manta, en un verdadero hogar y con la vejez garantizada.